sábado, 21 de noviembre de 2009

¿Tendremos algún día el país que soñamos?

Discutiendo por algún lugar de la blogosfera, un cumpa me instaba a clarificar algunas de las cosas que para mi estaban mal y para él, como buen oficialista crispado ante la palabreja "inseguridad", estaban muy bien
Pensando sobre eso, me salió esta parrafada de ideas gruesas, de brochazos:
Revertir la situacion actual va a llevar décadas, si es que se logra alguna vez.
Décadas donde la prioridad sea la educación, la cultura del trabajo.
Donde el acento esté puesto de verdad en aquellos que no tiene opción de ninguna clase.
Donde haya pibes de guardapolvo blanco correteando por el patio de la Escuela, no entre pilas de basura, cartoneando, o en alguna plaza tomando un camino de ida hacia la marginalidad, y el delito
Donde no haya maestros rurales héroes, ni maestros taxi que yiran como bola sin manija, sino docentes profesionales, bien capacitados y remunerados, y cin un respeto recuperado por parte de la comunidad.
DOnde no sea ni imaginable que los Jefes de Servicio del Hospital de Niños de La Plata tengan que salir a reclamar publicamente que todo se cae a pedazos por falta de insumos, de personal, de decisión política.
Donde la inversiñn en ferrocarriles sea para que no se viaje colgando del Roca con las ventanillas rotas, en lugar de un TAV para ricos
Donde los subsidios del Estado en transportes vayan, por ejemplo, a recuperar los miles de km de vias perdidas en el gobierno peronista de los 90 (con la consecuente agonía de pueblos instalados a su vera)
Donde la Justicia no tenga años encerrado a un sospechoso de robo, sin condenarlo o absolverlo, y homologue juicios abreviados como el de IBM - Banco Nacion, en el que esos chorros de guante blanco no pasarán ni un puto día en naca
Donde tengamos como Ministro de Justicia a algún ex Juez, o a un jurista prestigioso, no al ex Intendente bajo cuyo mandato desaparecieron Lopez y Bru
La lista, obviamente, sigue, es larga, casi interminable. Pero el principal obstáculo que encuentra es que para la mayoría de estas cosas hacen falta políticas de Estado, ente extraño que desconocemos en esta tierra, ya que cada uno llega, y lo primero es borrar de un plumazo todo lo que hizo el anterior, defenestrarlo, quejarse de la pesada herencia y empezar a pintar el mundo con sus colores
Y, al tiempo, vuelta a empezar
Y los que se quedan afuera de esa calesita son siempre los mismos

jueves, 8 de octubre de 2009

La Banelco Nac & Pop

Listo muchachos, a no preocuparse más, a dormir tranquis, a avisarle a Hugo que arme la movi de mañana, que con las dos últimas adquisiciones está todo listo para terminar de noquear a Clarin
Y si, hubo que prometerle unos mangos a Colombi (el que perdió) para que termine sin grandes sobresaltos su mandato, y a la Senadora algún huesito le tiraremos también
Al socio político del genocida Bussi le aceptamos el voto, como no. Con el las negociaciones fueron un poco más clandestinas, no queda muy bien entre los del palo mostrarnos junto a esa gente, ya nos parecemos a Carlo (bueno, si, hace una década andábamos a los abrazos, después con el Cabezón también, pero ahora todo mal con ellos, no son nac&pop)
Lo que no se puede permitir es que estos tilingos clasemedieros con la cabeza lavada por TN y las milanesas de soja osen insinuar que acá actuó la Banelco
De ninguna manera
Somos de otro estilo, nada de Banelco. Nativa del Banco Nacion, con esa es otra cosa.
Hablando en serio, me da por las reverendas gónadas que se llenen la boca hablando de institucionalidad y después armen este circo romano, comprando gente con la plata de nuestros impuestos, sobre todo a aquellos a los cuales la gente ya les demostró con el voto que no van más. Huelga decir, a esta altura, que esta ley no saldría como está ni por casualidad con la composición futura de las Cámaras, así que cualquier esfuerzo porque esto salga ahora era necesario. Aunque se llevara puestas muchas supuestas convicciones. Un voto es un voto, sea convencido, sea comprado. Todo vale
Dicen que así es la cosa en el amor y en la guerra. Y como estamos gobernados por gente que se formó en el partido de un milico, y particularmente militó en su juventud (lateralmente, tampoco arriesgar el cuello) en un grupo con estructura militarizada, todo cierra. El que no me apoya es enemigo, al enemigo hay que destruirlo, para evitar futuros ataques, la historia la escriben los que ganan
Así estamos
Así estaremos
Preparémonos para una profusión de medios "alla Página/12", en los cuales todo pero todo todo lo que venga sea color de rosa
La realidad? Esta gente cree que si no aparece en la pantalla del noticiero, la verdad no existe

jueves, 24 de septiembre de 2009

Calculadoras agotadas

Sumas y restas
Ecuaciones con incognitas
Final indeterminado
No, no se trata del planteo de los problemas de la próxima olimpiada matematica, son los pasos que están dando en la Camara Alta ante el tratamiento y la necesidad política de aprobar la nueva Ley de Medios de etc. etc.
Que puede llegar a pasar puertas adentro del Gobierno y entre la militancia del difuso sector auto denominado nacional y popular si se repite lo de la 125 y no sale la Ley?
Y con la oposición?
Ninguno de los dos quedaría bien, aunque suene extraño. la oposición festejaría la derrota oficialista, por el solo hecho de verlos fracasar nuevamente, a pesar de las mañas puestas para que el proyecto salga rapidito y sin tropiezos. Y se embriagarían tanto con esa victoria que dejarían, nuevamente, para mejor ocasión el construir una verdadera alternativa equilibrada y potable para la mayoría de la sociedad.
Y el Gobierno, ni hablar. Los pases de factura serían infinitos, y las consecuencias imprevisibles, los dos años finales del mandato de CFK serían una guerra permanente entre ataques de los multimedios (que aunque la Ley no prospere no creo que vayan a reconciliarse con los Kirchner), la interna pejotista que se desataría a un nivel mucho mayor que después del 28 de junio, y el Gobierno haciendo valer su peso, y, claro, sus Pe$o$, no olvidemos quien maneja la caja
En fin, tiempos complejos se avizoran.
Aun con la Ley aprobada, los Tribunales seguramente tendrán cosas para decir, posiblemente con visiones contrapuestas según quien las emita, hasta que finalmente la Corte Suprema dé la palabra final sobre el tema.
El tema es que todos los platos rotos de este divorcio los vamos a pagar, como siempre, los ciudadanos de a pie

domingo, 20 de septiembre de 2009

Harto de tanto fanatismo

No les cansa ver todo el tiempo posiciones extremas?
Ver que el que no opina como X es el enemigo de X?
Siento que, como sociedad, los argentinos nos vamos desangrando día a día
Nos vamos restando posibilidades cuando no entendemos que "el otro" es tan honesto como uno mismo, tiene tantas ganas de que todo salga bien como uno mismo, en fin, que la mayoría tenemos la misma buena leche, solo que vemos la realidad desde distintos lugares
Y eso nos lleva, lamentablemente, a asumir posiciones irreconciliables
El conmigo o en mi contra es moneda corriente.
No tenemos la grandeza como para fijar politicas de Estado, cosas que podamos consensuar entre los representantes de toda la sociedad, y que ni este ni el proximo ni el siguiente Gobierno se desvíen de esos lineamientos
Lamentablemente, eso es una utopía en la Argentina de hoy
Cada uno que llega barre con todo lo que hizo el anterior, estigmatizándolo
Cada uno cree que la Historia (con mayúsculas, claro) empieza el primer día de su mandato
Y la realidad nos sigue dando cachetazos, una y otra vez
Parece que nos gustara tropezar siempre con la misma piedra
Hoy, aquel que se atreve a sugerir que es necesario buscar consensos, o es un outsider, o no tiene ni la más remota posibilidad de llegar a dirigir ni el Club de su barrio, o es tildado de débil, o de haber sido comprado por "el enemigo" (el que corresponda, según quien lo vea)
Hace más de veinte años, en la Universidad, recuerdo que el lema de una agrupación era "hoy es tiempo de construir más puentes que paredes"
Veinte años después, seguimos en el mismo lugar, pero rodeados cada vez por muros más altos, mas infranqueables, de esos que es más fácil intentar derrumbarlos que escalarlos